miércoles, 30 de octubre de 2013

El Castaño Lamedor




Te voy a contar la historia de una niña muy miedosa que supero sus miedos a base de lametazos...
Verás ,esa niña tenía un padre experto en desdramatizar situaciones, sacar hierro a las cosas , tranquilizar los ánimos y ahuyentar los miedos cuando era necesario. Una de sus tácticas preferidas  era la de contar historias de experiencias extraordinarias casi siempre con final  feliz.
Utilizaba un lenguaje particular y unas expresiones a veces difíciles de entender cuando algo le preocupaba ,le desasosegaba o le asustaba .Un ejemplo que te servirá para entender este tema a la perfección se refiere a una situación concreta ,un robo sucedido en la casa familiar, un suceso que como es natural afectó a toda la familia y especialmente a la niña .Una vez pasado el gran susto aquel hombre sabio afirmaba (siempre que se hablaba del tema) lo siguiente :

                                 ¨ El ladrón en celo ataca al hombre herido¨


 Y continuaba - pero a mi no me importa, ¡estoy  salvado! Te diré porque .Iba yo una noche  por el monte  y me encontré con un ladrón tumbado en el suelo con una espina clavada  en  la patita y fui ...y se la saque con mucho cuidado .¡Desde entonces los ladrones me lamen la mano !

Esta expresión era extrapolable a cualquier otra cosa ,animal , persona o situación. Servía  para el oleaje furioso ,para la oscuridad, para los acantilados,para los túneles, para las casas abandonadas, para personas con aspecto siniestro, para la enfermedad o el dolor , para el miedo al dentista, para las arañas ¡hasta para los exámenes del colegio!
En fin, para cualquier cuestión que pudiera  causar inquietud o temor. Siempre la espina clavada y siempre el lametazo. Y siempre también la sonrisa cuando no la franca y abierta carcajada  al recrear mentalmente tan surrealistas situaciones.
Hete tu ,que transcurridos unos cuantos años , esa niña que se había convertido en una joven mujer  y  superado muchos miedos a base de pensar en espinas ,lametones y salvaciones aun seguía teniendo algunos...
Concretamente le aterraba el campo al anochecer ,cuando las sombras de los arboles se convierten en cualquier cosa y los sonidos de la noche(incluido el del propio corazón) se vuelven amenazadores. Este era el argumento de muchas de sus peores pesadillas. El problema principal era que la joven en cuestión vivía en el campo ,en una finca con grandes arboles y multitud de recovecos y rincones misteriosos y naturalmente tenía que salir a menudo a realizar una serie de tareas que tenía encomendadas y claro, de día no había problema alguno pero cuando llegaba la noche (en los meses de otoño-invierno a una hora cada vez mas temprana  ) la cosa se complicaba.
El hecho de tener que atravesar una zona concreta de la finca era una tortura y esa zona había que atravesarla inexcusablemente para ir a encerrar a los animales en su zona de descanso, para dar de comer a los perros y para asegurar candados y alguna que otro pestillo de puertas y portalones.
Allí habitaban los castaños, concretamente tres castaños ,tres preciosos castaños bajo cuya sombra  la joven  era feliz  durante el día.




Dos de ellos eran jóvenes y no muy grandes pero el tercero  un ejemplar robusto (indiscutiblemente el líder del trío)  de noche se convertía en todo un coloso en movimiento. Un monstruo que imponía y que tenía mil brazos ,un ser tenebroso y oscuro que parecía querer engullirte si te acercabas a el.
Una noche, cansada ya de dar rodeos para evitar al gran árbol y  avergonzada de no poder vencer ese miedo que no conseguía dominar se llenó de valor y se encaminó hacia la zona temida...

El otoño ya había llegado ,transcurría el mes de Octubre y eran las once de la noche .El viento soplaba con fuerza y tuvo que abrigarse porque la temperatura a esas horas así lo aconsejaba. Llegando al recodo del camino empedrado desde el que se podía divisar el rincón donde los castaños habían decidido crecer contempló la imponente silueta del castaño grande y le temblaron las piernas, el corazón comenzó a latir muy deprisa, las manos humedecidas .Daba igual ,pensaba continuar y así lo hizo. A medida que iba acercándose la sofocante y angustiosa sensación  iba acrecentándose. Al llegar ,la presencia del gran árbol cobró toda la fuerza del mundo ,los surcos del tronco semejaban dilatadas venas a punto de estallar, entre las hojas de sus alargadas y sinuosas ramas se adivinaban rostros burlones y maliciosos ,un sonido como de alas batiéndose en una cadencia desasosegante cortaba el aire de la noche. De vez en cuando un golpe seco anunciaba la caída de un nuevo erizo y otro  parto de la prolífica criatura vegetal. 
Decidida a continuar ,cogiendo impulso y tragando saliva avanzó mientras una de las ramas mas bajas le rozaba la espalda ; de repente ,del tronco surgió una figura en la sombra cuya capa negra bailaba con el viento.
En aquel instante ,el miedo ataco sin piedad y el repentino ataque de valentía pareció desvanecerse por completo dando paso al más feroz de los terrores; su miedo se había hecho realidad : el gran árbol quería atraparla ,quería engullirla... Un grito intenso y de repente el silencio y la paralización.
Parecía que el mundo se había detenido y sumergida en una especie de semi-inconsciencia  escuchó a lo lejos una voz familiar y querida que la llamaba... .
Le hablaba de un castaño que tenía una espina clavada en la patita y de una joven que a pesar de su miedo se atrevió a acercarse y a curarlo. Estas palabras poco a poco consiguieron que volviese a la realidad donde pudo contemplar  claramente la imagen de su padre ataviado con un poncho argentino al mas puro estilo de la Pampa (lo usaba para abrigarse en sus paseos nocturnos por la finca) , sintió que la abrazaba y depositaba en sus manos un erizo de castaña  redondo y punzante con su grieta abierta a través de la cual se adivinaba un brillante , suave y hermoso fruto. -Fíjate en la cantidad de espinas que tienes para sacarle ,te va a estar eternamente agradecido, te va a lamer la mano muchísimo ,es más yo te diría que se ha convertido en tu protector para siempre-
De pie, abrazados y contemplando al erizo y a sus numerosísimos hermanos que tapizaban el suelo ,las sonrisas dieron lugar a sonoras carcajadas y el formidable árbol quedó bautizado desde ese momento como el Castaño Lamedor.



También desde ese momento la protagonista de esta historia paseó alegremente de día y de noche por la zona en cuestión y podríamos decir que incluso buscaba la menor ocasión para poder estar cerca de su verde protector. Le mostró en numerosas ocasiones sus poder curativo regalándole parte de su savia regeneradora y estimulante . Su formidable estampa consiguió trasmitirle una intensa calma y una seguridad plena.
Bajo su fuertes ramas cada otoño es toda una fiesta aniversario ,  cada verano un oasis bajo su frondosidad y cada primavera una renovación de brotes prometedores. Incluso en invierno cuando la naturaleza afeita temporalmente  su larga y seca cabellera, la belleza y la majestuosidad de su esqueleto la conmueve hasta lo mas hondo.











Es tan generoso el Castaño Lamedor que permite que su magia alcance a todo el que se acerca y lo abraza. Muchos testigos podrían confirmarlo  y muchas historias al amparo de su sombra protectora han tenido un final feliz y la magia continua...
Sus frutos son una maravilla, grandes y lustrosos, tan llenos de sabor que provocan en quien ama la cocina un deseo incontrolable de hacer deliciosos postres  suculentos  platos y excelentes y ancestrales recetas con ellos. Recetas preparadas con calma y con mimo porque la castaña es slow ,muy slow




Una de ellas con sabor dulce e intenso colofón perfecto  a este post tan especial es la de la crema dulce de castañas . Te animo a que la prepares ,ahora ,en la mejor época de ese fruto maravilloso que no es por nada oiga, pero en mi tierra se manifiesta en todo su esplendor ¡Como son las castañas gallegas por favor!  Personalmente me han dado y me siguen dando momentos culinarios y gastronómicos impresionantes( te remito al post Del pulpo y la castaña donde además de ver a la castaña gallega haciendo dueto perfecto con un pulpo de Bueu y de la receta de mi ajada de castañas ya te hablo un poquito del lamedor))
Pero vamos con esta otra delicia  que ahora estamos en modo dulce castañil... 







                                            Ingredientes

*Puré de castañas (600 gr )
*Leche 750 ml (aparte de la leche utilizada para cocer las castañas)
*Yemas de huevo L (seis)
*Fiuncho o anises ( a ojo de buen cubero y/o  a gusto de cada cual )
*Laurel (un par de hojas frescas)
*Media copa de aguardiente blanca
*Azúcar moreno (40gr)
*Azúcar blanco (120gr)
*Mantequilla ( 50 gr)
*Azúcar blanco para caramelizar.
*Agua para cocer las castañas

                                                      Preparación

Lo primero que debes hacer es un puré de castañas.Para ello cueces 600 gramos de castañas  sin piel exterior ni telilla interior (yo uso el truco del micro para eliminarlas. Después de un corte profundo en cada una las introduzco poco a poco un par de minutos en el micro e inmediatamente les saco las pieles ayudándome con un cuchillito y  me da bastante buen resultado ).Puedes cocerlas en agua o en leche  (que las cubra) aromatizada con fiuncho y un par de hojas de laurel durante unos 20-30 minutos .
Una vez cocidas (a mi me gusta cocerlas en una mezcla de agua y leche y en esta receta así va) las trituras junto con la leche que haya quedado de la cocción de las castañas y  tendrás  un puré delicioso  que  reservarás.

A continuación pones a hervir 750 ml de leche ,media copita de aguardiente blanca  y  100 gr de azúcar (40gr de morena y 60 gr de blanca )  y otro puñado de fiuncho (sin tanta alegría como antes, cuando cocías las castañas para el puré)  .Cuando comience a hervir  retiras del fuego y dejas templar .Reservas.
En un bol bates bien las yemas de huevo con 60 gramos de azúcar hasta blanquear  y  50 gramos de mantequilla liquida (la metes unos segundos en el micro) .Cuando  tengas lista la mezcla  la vas incorporando poco a poco al puré de castañas hasta integrar  perfectamente .
Llega el momento de incorporar  la leche aromatizada que tienes reservada. Vete añadiendo la leche aromatizada después de colarla y dejarla limpia de hojas y flores del fiuncho pero con todo su aroma. Después de incorporar toda la leche te quedará una mezcla bastante liquida .Es esta mezcla  la que tendrás que poner a fuego bajo ( sin que hierva) y sin dejar de remover con la cuchara amorosa de madera hasta que espese. El punto de espesor debe quedarte como una crema pastelera o como la crema catalana . Vuélcala cobre una gran fuente que pueda ir al horno o en cazuelitas de barro individuales para proceder a caramelizarla. Utiliza azúcar blanca para ello .  Si va en fuente grande la caramelizas en el grill del horno ,si va en cazuelitas individuales utilizas un quemador. . Yo en este caso opte por mi ¨caramelizador ¨eléctrico que es una gozada y deja una silueta con forma de mandala que me encanta. ¡ Que delicia de postre, te lo digo! . Templado o frío, como te apetezca más.

Te sugiero acompañarla de una jarrita de salsa de chocolate y caliente para regarla con un chorrito y ¡MARAVILLAS!  Si eres muy fan de la castaña como yo ,te va a hacer muy feliz y a los demás ni te cuento...


La verdad que ya puestos y en confianza, te diré que esta receta como la serie  de recetas con castañas que prepara esta servidora  , cuentan con un valor añadido incalculable y que no es otro (nada mas y nada menos)  que la de  utilizar siempre que puedo  los extraordinarios frutos  de  mi Castaño Lamedor.
Cada Octubre (concretamente en la tercera semana de este hermoso mes) celebramos San Lamedor y además de abrazar al querido árbol y disfrutar con su estampa ,nos dedicamos a comer un delicioso y abundante Cocido Gallego non stop y asamos sus impresionantes castañas en una sobremesa tan slow como se merece cualquier cocido que se precie. 

                          Ahora mi secreto también es el tuyo...no se lo digas a nadie...

 


                           Agradecida eternamente a meu pai Javier .Te quiero Papá.


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